El punto de partida de la novela es la expulsión de los judíos en la España del siglo XV. El protagonista es un joven judío que se ve forzado a dejar su hogar para buscar un nuevo lugar donde poder establecerse sin tener que renunciar a sus creencias. Así inicia un largo periplo por la España de la Inquisición, durante el cual tendrá que recurrir a su ingenio para salvaguardar su secreto. Cambios continuos de identidad y de oficio, duros de llevar, forjarán su personalidad y reafirmarán sus orígenes, hasta el final de sus días.